Una enfermedad posmoderna
Nuestros tiempos sin duda han sido de los más convulsos y complicados contra los que ha tenido que hacer frente el individuo. Una característica del espíritu de esta época, es un abogamiento cada vez más fuerte y presente por simpleza. Para la calidad humana, de una obra, persona o evento, una armónica complejidad de factores ya no es compatible con nuestra idea de intelectualidad. Esta interpretación se ha visto fortalecida previamente, con nuestros artículos Simplicidad I , y Simplicidad II . La presencia de esta decisión impregna ya al mundo del arte, cosa de la que esperamos hablar más adelante, para impactar en la mercadotecnia que termina por deformar la cultura popular, teniendo como instrumentos a los medios de comunicación masiva. Estos últimos han sido clave para dar forma al ideario colectivo de la sociedad en las últimas dos décadas. Y es ese el contexto en el que tiene que desenvolverse el individuo posmoderno, una cacería incesante de ideales, deseos y miedos, sien