El fantasma del Autoritarismo

Leyendo un par de noticias y artículos, incluso en películas, llegué a notar una especialmente curiosa conducta que está tomando lugar en Europa. El ascenso en la popularidad de todo tipo de conductas autoritarias y nacionalistas, era algo que se iba a ver tarde o temprano en un continente donde el nihilismo y la heterogeneidad racial están radicalizándose. Uniendo sobre todo a aquellos apartados y decepcionados del flujo político. Pero esto no es una causa, estos movimientos no son más que una consecuencia, un síntoma.


Años antes del inicio del Siglo XX, se sentía en Europa un ambiente nuevo, nunca antes visto. Una esperanza generalizada en el progreso y el futuro, las décadas de Julio Verne, fueron mucho más que gloriosas para la literatura, el arte que poco a poco iría abandonando la forma, la política unificando y civilizando pueblos, trayendo el progreso con la velocidad de un tren a carbón a todo lugar donde pasa. La fuerza de la modernidad residía, y recaía más que nada en la industria, en la saciedad de muchas necesidades, en la holgadez con la que podían vivir ya muchos pueblos, algo para pocos, señal de algo nada bueno. Debajo del agua, detrás del telón de Pax Europae se acumulaba gradualmente una tensión tremenda, tal como una bola de nieve cuesta abajo por una montaña de gran porte. Una nueva etapa, que llega sin reflexión, que llega a confrontarse.  

El trote por el camino hacia una catástrofe violenta, que pudo ser escuchado por los pocos aquellos que tenían oídos detrás de los oídos, o quizá sólo una predisposición a la tragedia. Sea cual sea el caso, el resultado ya lo conocemos... 1914 no le gustó a la mayoría, ¿verdad? Pero ¿qué pasó en esos cuatro años? ¿No fue acaso esa guerra, la sagacidad de estos espíritus universales, que se habían vuelto demasiado morales, demasiado interiores, demasiado progresistas, quizá? Pregunta más importante aún, ¿qué fue lo que pasó el 11 de noviembre de 1918, fue una firma de paz o una sentencia de muerte?  




El viejo continente, ¡la cuna de nuestra civilización! 

 

Sabemos que Europa, no solo es cuna de nuestra esplendorosa civilización; es también la cuna del fascismo, y demás sistemas políticos de poder fuerte, del Siglo XX. Pero ¿cuáles fueron las razones? Soy de esos que estudiando un poco el Siglo XX, concluyeron que las guerras mundiales no fueron necesariamente dos, sino una Gran Guerra Europea, coincidió también con guerras en otras zonas del mundo, especialmente Asia, para 1937, que de hecho estaba inmiscuida también en una especie de Gran Guerra Asiática, más o menos por las mismas fechas, llevándola a una escala de destrucción mucho mayor. Mundial, por supuesto. 



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