Nostalgia: Vaporwave y Retrofuturismo

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Fue a principios de esta década, cuando un nuevo movimiento artístico comenzó a difundirse en varios foros de Internet. Una música con la que se sentía una auténtica virtualidad, con polifonías que recordaban a las máquinas de Russolo, jugando con la estética de sonidos conocidos; con portadas que igualmente evocaban memorias de los Viejos Buenos Tiempos, conservando características del estilo pop de finales del Siglo pasado, y variadas referencias a productos e incluso Software de la época. Era todo un festín para cualquier vanguardista. La cultura del reciclaje había tocado también la plasticidad de los ochentas.

Sus raíces, presuntamente, se sentaban en una crítica heredada por viejos filósofos y pensadores críticos de la modernidad, y la futura posmodernidad, que se basaba en la estética, hedonismo histriónico, un cambio en los conceptos de valor, consumismo, y los cimientos de una sociedad con valores desechables. Formando toda una esfera de lo que Jean Baudrillard llamó hiper-realidad. No pasó mucho tiempo para que este giro cultural también alcanzara a los internautas de habla hispana. A pesar de que este pareciera el inicio de toda una avalancha de recuerdos y añoranzas; sólo era un síntoma de una  incansable búsqueda social, añadiéndole una estima cuestionable, de todo aquello que es «viejo». El ideal de progreso se mantenía sólo a través de la rapidez de los cambios en las modas, y cuando menos nos dimos cuenta, comenzamos a considerar a los setentas como Historia antigua.

"Todo lo sólido se desvanece en el aire..." - Marshall Berman.

Cada vez más vacío y desprovisto de fuerza, el zeitgeist contemporáneo se desgarraba ante el esfuerzo. Nuestra realidad parecía reflejar todo eso que desde entonces nos caracteriza: vacío y debilidad creativa. Se buscaba una continuidad, un progreso, una superación casi dialéctica, mientras se adoraba a los nuevos ídolos, esos bastiones de sentido, lo único que podía darle cohesión y sentimiento de continuidad a nuestro cada vez más acentuado nihilismo, lo Retro. Precisamente esa disonancia y hasta contradicción, de buscar un progreso con aquello que nos precedió, fue lo que me hizo pensar en esa palabra tan graciosa de Retrofuturismo. Sin esa atmósfera, ciertamente éxitos pasados y de nuestra época no hubieran tenido el mismo impacto. En varios animes puede apreciarse ese escenario. Quizá como respuesta de un profundo sentimiento de nostalgia, a principios de esta década, Internet comenzó a darle popularidad a todo este movimiento orquestado en sitios como 4chan, Bandcamp, o incluso Reddit. Finalmente sería denominado: Vaporwave. 

El estilo de Cyberpunk 2077, conserva las características que he mencionado previamente.

A pesar de lo sesgado que puede llegar a ser, lo que personalmente observé en Internet con referencia a este movimiento, dada la difusión que ha tenido, y el apoyo que sigue teniendo del público, podemos pensar que es algo generalizado. Este amor por lo clásico se ha notado claramente en el cine, en la llamada Era de las Adaptaciones. El Siglo XXI se caracteriza por muchas cosas, y la creatividad no es algo muy destacado. Prueba de esto es lo que las grandes empresas llevan haciendo desde hace un tiempo: apostar por rescatar aquellos éxitos de hace más de 30 años, para asegurar éxitos de ventas. ¿Les recuerda esto a la multitud de reboots que han tenido series de los ochentas y noventas, por decir, en animación? Quizá ya a nadie le sorprenda que en los últimos años haya tan pocos éxitos propios en la animación, y tantas versiones infantilizadas de éxitos previos.

Pero en esto, no hablamos solo de dinero, ni de cultura pop; además de ello, influye en el arte: es el meollo de todo esto. Podemos encontrar igualmente en las Artes Plásticas, como la Era de las Adaptaciones está haciendo presencia desde las Neo-vanguardias. ¿Qué es el cubismo más que combinar el simplismo del mosaico grecoromano con la perspectiva de la escultura africana? Y no estoy diciendo que no me guste Picasso, o Juan Gris, sino en que hay que admitir que Picasso, así como muchos otros artistas, plásticos sobre todo, alrededor de todo su proceso creativo estuvieron copiando, o haciendo versiones de «Los maestros». ¿El proceso de aprendizaje es una excusa para no innovar del todo? ¿Por qué Occidente teme ahora tanto al cambio? De cualquier forma, parece que uno grande está por venir (o quizá ya haya ocurrido).

Un elemento clave en este abandono de material creativo, para la creación de nuevos clásicos, son esa generación tan polémica de la que todos hablan: los Milennials. Tan polémico como confuso, el término solo puede tocarse cuando miramos a gran escala. Los actuales adolescentes y adultos jóvenes, de una forma anacrónica usan modismos, buscan música, videojuegos, series y cultura en general, de los ochentas y noventas, como un fuerte rechazo a todo aquello que pertenece a «su tiempo». Es todo un fenómeno el ver cómo los milennials latinos ponen en una alta estima a todo aquello que proviene de antes de sus primeros años. 

Pero esto no es un fenómeno propio de nuestra era, o de los nuevos hombres de este siglo. Afirmar esto, es demasiado pretencioso. Es tan solo la representación viva, de una brecha generacional que ha sido saneada por los contactos con el pasado por medio de la tecnología. A los jóvenes internautas, parece interesarles rescatar gemas ocultas por el tiempo. Esto puede comprobarse observando el alza de un género que para muchos parecía estar muerto ya, ese pop ochentero japonés del que seguro has escuchado ya hablar, en la comunidad anglosajona de memes (o tus recomendaciones de YouTube), el City Pop, de la mano de muchos elementos de la cultura popular, que contrario a lo que podríamos pensar con este preludio, están motivando una chispa creativa en muchos pequeños artistas, que esperamos que sea finalmente un contrapeso a la optativa del mercado de mirar hacia atrás. 

わたしのことを決して 本気で愛さないで!

Puede que gusten escuchar esta muestra. Cualquier recomendación es igualmente bien recibida. 

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